lunes, 18 de marzo de 2013

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Gratitud y plegarias a la Virgen María en el besamanos a Nuestra Señora de la Esperanza

La Hermandad Siervas de María celebró el pasado 18 de diciembre el tradicional besamanos a la Virgen de  Nuestra Señora de la Esperanza, la Esperanza Macarena y María de la O en la Iglesia de San Juan Bautista


Nuestra Señora de la Esperanza

El párroco, D. Antonio Castaño, destacó en su homilía el simbolismo de la imagen a través de la que expresamos el amor a la Virgen María: “en el contexto del adviento, se puede y se debe hablar de esperanza”.

Asimismo Castaño agradeció a la hermandad este acto de evangelización porque “se realiza  un apostolado muy importante que dice <<debes de recuperar la esperanza>>; como la esperanza de María que se afianza en su hijo”.

Durante la misa de veneración a la Virgen María, el sacerdote recordó una Encíclica del Papa Benedicto XVI para describir en el contexto de la crisis actual “una crisis brutal de valores humanos y espirituales que conmueven los pilares de la felicidad de muchas personas”. Sobre esta cuestión, Castaño se refirió en su discurso a aquellas personas que se sienten inseguras, animándolas a depositar su esperanza en Dios:

“La esperanza para un cristiano no es el fruto de un esfuerzo humano; ya que todo es cambiante, incluido el estado de ánimo, la esperanza no es fruto solamente del conjunto de circunstancias que nos rodean”.

Esta encíclica papal establece que se debe depositar la esperanza en el Dios de la salvación porque considera que el ser humano está creado para la salvación y gozo eterno; para la vida eterna. Para Castaño “la esperanza es una virtud teologal: algo bueno que tengo y que me hace feliz al tiempo que viene de Dios”.


Fieles en el Besamanos


Por otra parte, advirtió que el problema de la crisis actual radica en que hay mucha gente que vive ajena a Dios en estas circunstancias, cuando Dios está por encima de todos los avatares de la vida. También concretó que el significado de esta encíclica descarta lo material porque el ser humano tiene deseos y anhelos de una salvación mucho más eterna, y considera que “la solución se encuentra cuando se mira cara a cara a Dios, una petición  que se realiza hoy a través de la imagen de la Virgen de la Esperanza”.

El sacerdote pidió “con humildad, el don de la esperanza, porque en Abarán hay actualmente desilusión, desesperanza y tristeza”.

Tras las oraciones se sucedieron las ofrendas a la Esperanza: 

“María, en este tiempo del Adviento preparamos nuestros corazones para recibir a Jesús, tu hijo. Esta luz que te ofrecemos representa para nosotros la alegría de saber que Él es la meta y el origen de todo”.

“Hoy te ofrecemos esta Biblia donde hemos aprendido con qué humildad recibiste la noticia de que serías la madre del Salvador. Eres un ejemplo a seguir para todas las personas que quieren pasar por la vida haciendo el bien, amando y perdonando a los demás”.

“El rezo piadoso y consciente del Santo Rosario nos trae la paz al alma y nos une más estrechamente a María para vivir con autenticidad nuestro Cristianismo”.

“Este pan y este vino transformados en la consagración de tu cuerpo y de tu sangre es el alimento más necesario para encontrar la paz y la felicidad en nuestro caminar diario y así poder transmitir nuestra fe a los demás”.

Durante la misa se colocó junto a la Virgen la figura del monaguillo para recaudar fondos destinados a la reparación del tejado de la iglesia de San Pablo. 

Miembros de la Hermandad Siervas de María 





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